Llego casi de noche a Villaviciosa. Los faros del coche iluminan fachadas de edificios antaño nobiliarios. A cada cruce, a cada vuelta de volante, me doy cuenta entre la penumbra que mi nuevo despertar en el Camino de Santiago promete ser interesante.
Os vamos a contar nuestra experiencia por Villaviciosa junto a más mujeres.
Villaviciosa, la ciudad del Camino del Norte que te traslada a otra época
Abro los ojos en el pequeño Hotel Avenida Real. Cuco, aseado e incluso recién entrado el otoño visitado por peregrinos.
El tintenear cercano de los vasos de desayuno me reclama. No hay peregrino que se resista a estas horas a darse un primer homenaje. Y no es para menos, zumo, café, tostadas y las magdalenas elaboradas por manos artesanas.
Mientras doy buena cuenta del refrigerio, aún tengo reciente el recuerdo de la espléndida cena de bienvenida en la sidrería El Garitu. Donde fueres haz lo que vieres, y esto mismo aplicado a la gastronomía asturiana es sumamente gratificante.
Bien pertrechados en esta primera hora de la mañana nos disponemos a visitar el magnífico casco antiguo de Villaviciosa. Me sorprende gratamente.
Lo cierto es que nunca antes había visitado a conciencia la parte más histórica de la villa, y los tiempos que marcan los pasos del Camino, son perfectos para disfrutar sin prisas de sus calles, empedrados, edificios, en definitiva la historia viva del Camino del Norte a Compostela.
Saliendo de Villaviciosa, nuestro punto de partida de #ElCaminoGijón, nos espera un buen paseo hasta Gijón junto a Marta de Mésame Mucho, allí nos reuniremos con el resto de peregrinas, Noemí, de Turismo de Gijón, María de Escarabajos, bichos y mariposas, Carla de La Tortuguita Blanca y Chejo de La Bici Azul que llenarán de magia nuestra aventura por tierras asturianas.
Villaviciosa. (Camino de Santiago del Norte)
Fotografía de Woman To Santiago