Fisterra es el final donde todos los Caminos confluyen. Allí cada gota de agua, cada peregrino baja mansamente hasta encontrar la inmensa Playa de Langosteira.
Sobre la arena de Langosteira permanecen varadas las mochilas de cada viajero. Esperan un último tramo mientras sus dueños mitigan el cansancio y el polvo del Camino de Santiago con un baño de sal.
Y entonces sí, en ese preciso momento desembocas, como un río, en incontables sensaciones y recuerdos refrescados por el agua del océano.
Los ríos confluyen en el mar. Y sus aguas tienden a buscar los cauces más sencillos donde fluir. El Camino de Santiago se comporta como un río donde el peregrino encuentra la manera más sencilla de afrontar su día a día.
Mochilas de peregrinos en la Playa de Langosteira
Apenas un kilómetro te separa del final de etapa. Llevas una importante cantidad de horas bajo un sol de justicia. Puedes vislumbrar en el otro extremo de la playa el abergue, donde sin lugar a dudas, te espera tu merecido descanso. El hambre empieza a rugir en tu estómago, necesitas algo más caliente y contundente que llevarte a la boca.
Y sin embargo, te paras sin poner tu despertador. De nuevo las prisas se diluyen cuando tus pies desnudos se refrescan con el agua del mar. Arena y sal para cubrir tu cuerpo con un caparazón que ahuyenta el hambre y el cansancio.
Bienvenidos a la esencia del Camino de Santiago. Rincones donde olvidar rutinas, lugares para dejar pasar el tiempo sin consciencia de ello. El simple placer de descansar tus pies en agua salada, y calentar tu cuerpo al sol como si del último rayo solar se tratara.
Camino de Santiago a Fisterra
Fotografía de Woman To Santiago
Bonita playa!! Ya me imagino la sensación de caminar descalza por la arena después de haber hecho un largo camino… Besitos guapa!!
Una preciosidad llegar a una playa tan hermosa!!besos
Qué maravilla llegar hasta allí! Qué ganas de volver… ¡Buen finde!